Esta va a parecer una entrada muy obvia, pero sigo asombrándome de la increíble difusión que determinados temas alcanzan gracias a Twitter. Anteayer, en lo que era una simple entrevista en un medio local, La Voz de Galicia, Guillermo Collarte, diputado del PP: afirmaba «Gano unos 5.100 euros al mes y las paso bastante canutas»… 412 comentarios, 2.500 menciones en Facebook y ni sé sabe cuantas mentions en Twitter más tarde, la entrevista era de lo más leído en este medio ayer, y el eco y la repercusión alcanzada por ésta, y las quejas contra él volcadas en todo tipo de páginas, medios y redes provocaban que el propio diputado comentara:
«Por decir la verdad, te crujan vivo –se lamenta–. Me están dando hasta en el carné de identidad y de manera injusta. Lo estoy pasando mal. Estoy siendo objeto de un linchamiento absoluto»
¿Qué hubiera pasado de no existir esta red social? Seguramente unas cuantas apariciones en radio, algún pequeño espacio en TV, y poco más. En un par de días, con la aparición de otras noticias, todo hubiera desaparecido…
Creo que si bien Twitter provoca que el impacto tenga una pervivencia en el tiempo apenas un poco mayor, su alcance se ve multiplicado.
Eso me lleva a reflexionar si lo que pasa es que estamos siendo impactados por un número mayor de noticias, de forma más leve, más tangencial que antes, pero lo que nos posibilita un mayor abanico de opciones entre las que elegir…